Usted se equivoca, le repito,
aunque me vea así.
La luz de este ascensor
me hace mayor y más tristona.
Esto no es un caso de maltrato,
acabo de dejarle lamentándose.
Sí, tenemos problemas, graves, de pareja,
sobre todo de dinero.
Pero no se equivoque, yo
no necesito de su ayuda.
Tenga su pañuelo.
Poema perteneciente a la “Suite doméstica”,
varios de cuyos fragmentos se han publicado en revistas en 2009