Blanca Berlín Galería
Exposición:
Ramón Masats. Color
Autor:
Ramón Masats
Inauguración:
10 de mayo de 2007, 19,30h.
Clausura: 19 de junio de 2007
Horario: De martes a sábado, de 11h a 14h y de 17h a 21h
Sobre la Exposición:
Blanca Berlín abre las puertas de su galería el 10 de mayo de 2007 con la exposición Ramón Masats. Color. La elección de la obra de Masats para inaugurar esta sala no es casual, constituye toda una declaración de intenciones entre las que se impone la excelencia fotográfica. El Premio Nacional de Fotografía 2004 ofrece en esta muestra, que formará parte del Festival Off de Photoespaña 2007, una mirada sobre el mundo llena de color, diferente de aquélla en blanco y negro que le situó entre los más grandes fotógrafos del siglo XX. Aquí nos encontramos con el Masats más arriesgado, íntimo y aconvencional. El costumbrismo de sus primeros trabajos cede el protagonismo a un enfoque mucho más abstracto, conceptual y moderno. Armonía, orden y geometría en su más pura esencia. En definitiva, un Masats del siglo XXI que para muchos sigue siendo “el Maestro”. Es poco frecuente descubrir las imágenes de Ramón Masats en una galería comercial, e inédito es el gran formato, con edición limitada y firmada por el autor, de las fotografías que se ofrecen.
Ramón Masats
Manuel Garrido Palacios
La Galería Blanca Berlín, que está en Madrid frente al Centro Cultural Conde Duque, nace –en palabras de la propia Galería a través de ese ente virtual que le permite hablar– con “la vocación de convertirse en un referente en el panorama del arte visual y con el objetivo de contribuir a que la fotografía española alcance el merecido reconocimiento en el ámbito artístico internacional” Su intención es presentar en su espacio a artistas “contemporáneos, consagrados y emergentes”, con un “especial empeño en crear un gran fondo de obras, que igual podrá contemplarse en las pantallas de la sala como en las principales ferias del amplio panorama abierto a las artes.
La Galería Blanca Berlín ha elegido la obra de Ramón Masats para inaugurarse ella misma, y el acierto ha sido absoluto porque Masats –Premio Nacional de Fotografía– es el artista capaz de sintetizar en una instantánea todo el complejo movimiento de la vida y decir, sin poner solemne el gesto, que esa vida –ese algo entre dos nadas– nos pasa desapercibida en sus mejores detalles mientras hacemos o miramos otras cosas (Lennon) que nos ciegan con sus falsos brillos.
La historia de una casa cualquiera queda plasmada con un clic que recoge el zócalo blanco algo raído, el desconche de la fachada azulina, el arreglo de pasavolante con el que alguien está apañando el interior porque una circunstancia lo ha exigido, el roal antesala del umbral de entrada, que de pronto recibe la huella de la mezcla con la que dentro se restañan grietas, o se agranda un patio o se divide un salón que es eje de un universo. En realidad cada casa es un universo; sólo se necesita verlo. Este es el fondo que cada uno de los que miran sus imágenes pueden percibir, o no. Universo íntimo que a la vez es la forma y que rubrica una mancha irregular amarilla, que domina el cuadro, señal simple del paso del tiempo, de los afanes de los que habitan el sitio.
Las obras de Ramón Masats son una sugerencia que nunca se interrumpe. Tienen ruido ambiente, alma, voces que permanecen en el interior de cada marco y que si se pone oído, cuentan las historias prietas de humanidad que destila cada una de ellas.
La Galería Blanca Berlín dice que Masats “ofrece en esta muestra, que forma parte del Festival Off de Photoespaña 07, una mirada sobre el mundo” que sólo por el color difiere “de aquella en blanco y negro que lo situó entre los más grandes fotógrafos del siglo XX”. Recordemos al seminarista-portero parando un balón a bocajarro. “Aquí nos encontramos con el Masats más arriesgado, íntimo y aconvencional” en un trabajo donde su obra adquiere un “enfoque más abstracto, conceptual y moderno. Armonía, orden y geometría en su más pura esencia. En definitiva, un Masats del siglo XXI”. Podría pensarse en traducirlo como “un artista puesto al día” y no sería exacto. Son los días los que se van llenando del arte de los masats que van haciendo muescas en la tarja de la expresión, marcando con obras como ésta los niveles a los que se llega cuando se es capaz de ver la belleza que encierra “cualquier cosa” y además, captarla.
Emocionante.