Pasaron muchas cosas. Pasó un autobús,
un hombre sin manos. Un vendedor, un espacio
de tiempo, un escaparate de peines,
un semáforo aturdidor, un lapso de ansia,
un pasajero sin billete, un hotel donde puse
la mirada, una habitación desolada,
unas ganas de fumar infinitas, pasó
un ser del futuro, un significante onírico,
y la vendedora.
Pasó tu pelo.
de Acontecimiento (Tusquets, 2008)