quel día las nubes marcharon,
Yo, que dudé, sólo estoy de paso,
mi cuerpo es prestado, futura
memoria.
No es esta la respuesta
que busco en tus labios
siendo tú la luz, hermana oscura,
no es el agua de invierno
al borde de morir en nieve,
son los recuerdos del niño
que partió y se hizo terrible
adolescente.
Convertido en aire,
encadenado al hijo de Adán
escapar no puede.
Sé que moriré y no saber cuándo
es la esperanza de unos ojos agrietados.
Esa música de burbujas son almas presas,
mujeres, esquinas de la niñez sin niños.
Desconocía que la vida es venturosa,
que aquel camino oscurecido por los
recuerdos era solo una charca
de aguas estancadas devoradas por el sol.
Apenas predecible fue la visión en el espejo
de Prometeo,
lugar donde la memoria hizo
suya la muerte, no quiere entenderla
y en palabras oscuras a ella refiere:
todos algún día nos llamaremos
Pasado.
De Las penumbras del loco (Ed. Alfama, 2008)
Selección:
De Las penumbras del loco (Ed. Alfama, 2008):
Algún día nos llamaremos pasado
De Vendajes 1989, a publicar en el 2010: