on las consecuencias directas
de la desaparición del amor
¿En qué quedamos?
Ausente el fanatismo animal
que escritura los cimientos,
percibo que un autómata viste
mis ropas;
se ha marchado la alegría,
el núcleo, la metáfora.
Pesa menos el esqueleto.
¿Cuánto pesa el alma?
Sin amor, 21 gramos.
Antaño me jacté de mi naturaleza
de conquistador de superficies,
en ocasiones melancólico.
Vestía la ternura y el erotismo,
pero ahora es solo cicatriz,
pérdida de peso, rememoración
de un ciclo que repudio,
pues sus argumentos son ilusiones
virtuosas que tanto daño han
hecho.
No consigo olvidar el dulzor acerbo
de su memoria, el privilegio escénico
de esos momentos.
Me niego a creer que soy solo materia
más información.
Es más, no consigo superar las despedidas,
la del amor lo fue;
cosa extraña en un títere condenado a los
hilos.
Soñé y luego vino su réplica silenciosa,
el origen de la conducta humana.
Se marchó el amor y comienza un nuevo
ciclo…
De Las penumbras del loco (Ed. Alfama, 2008)
Selección:
De Las penumbras del loco (Ed. Alfama, 2008):
Algún día nos llamaremos pasado
De Vendajes 1989, a publicar en el 2010: