es nègres de mon enfance
tachaient bien le ciel de France
mais leur flûte en acajou
savait un air drôle et doux.
Or les nègres ont perdu
jusqu’à l’orgueil de couleur.
Et de marine vêtus
ils croient encore au bonheur.
Ces enfants des pays chauds
aujourd’hui sont devenus
chefs de gare du métro.
1924
os negros de mi infancia, por cierto,
manchaban el cielo de Francia
pero su flauta de caoba sabía
una dulce y graciosa canción.
Ahora bien, los negros han perdido
hasta el orgullo del color.
Y, vestidos de azul marino,
creen todavía en la dicha.
Esos hijos de tierras cálidas
se han transformado hoy en día
en jefes de estación del metro.
Nuit - Noche
Métro - Metro
Elle ne suffit l’éloquence -
No basta la elocuencia
La mysticité quotidienne de Max Jacob
El misticismo cotidiano de Max Jacob
Mais si la mort n’était qu’un mot
Y si la muerte fuese sólo una palabra
Autobiographie - Autobiografía