lluvia
La
imagen de la portada fue tomada desde un balcón del undécimo
piso de un edificio en Martorell (Barcelona). Desde allí
se puede contemplar el amplio paisaje que ofrece un pequeño
valle en el que confluyen dos ríos, geométricos huertos
en sus márgenes y suaves montañas que cierran el horizonte.
No es un paisaje idílico, pero fue mi paisaje durante muchos
años, ese lugar extraño de la infancia. Cuando hice
la fotografía no busqué el horizonte, sino el suelo,
y los breves personajes efímeros y anónimos que cruzan
la plaza con sus paraguas bajo una lluvia fina y persistente.
Estas
últimas semanas ha llovido fuego en otras tierras, la guerra
innecesaria y cruel, la negación del diálogo, la derrota
de la civilización a manos de la barbarie. Estas páginas
vienen llenas de pequeñas referencias a la guerra y también
a la necesaria vida cotidiana, y quieren seguir siendo, aunque acumulen
retrasos, a pesar de los políticos miserables y de los oscuros
intereses que se imponen por la fuerza porque carecen de razón.
Contra
ellos seguiremos combatiendo con el arte en la mano, con la palabra
desnuda.
Un
fuerte abrazo,
Francisco
Javier Cubero
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