in duda, nuestra vecina de arriba tiene un amplio gusto musical. Este eclecticismo que, en otras circunstancias, podría considerarse extremadamente positivo, en realidad no lo es, ya que se limita a amoldarse a las aficiones de los sucesivos y variados novios que su indiscutible belleza le permite. Por fortuna, su repertorio es, así, muy heterogéneo y no excluye algunas épocas y autores de nuestro agrado, si bien no podemos de ninguna manera aprobar una cierta tendencia a reservar sus mejores piezas para altas horas de la noche.