Las
personas de mis fotografías son fragmentos de un
complejo rompecabezas con los que intento reconstruir mi
identidad. Rastreo en ellos vivencias que tal vez nunca
han sucedido. Historias arraigadas en mi inconsciente que
necesitan de protagonistas corpóreos para poder creerlas.
Juego con mi cámara
a la fantasía de poder romper la corteza de apariencia,
para penetrar, por una fracción de segundo, los laberintos
de una biografía que tal vez nadie escribirá.
Porque solo somos
cuando existimos para alguien.
Y creo que fotografiar
es lo que mejor puedo, y sé, hacer por los demás,
el único modo en que la mayor parte de las veces
mi afecto, se manifieste y perdure.
Creo que fotografiar
es mi forma de vivir.
Abril
2002
INTERIORES