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En libros de composición pictórica
y análisis de obras habitualmente encontramos términos
y frases construidas como hormigón, que nos indican que fotografiar
depende de leyes griegas como la sección áurea de una
línea o la media dorada de Euclides, que las líneas rectas
producen calma y que todo está en el sistema zonal, pero ¿cómo
relacionar aquello con edificios, semáforos, computadoras, chips,
retratos, etc.?
La composición clásica reúne conceptos como el
equilibrio, el orden, la línea, el punto, la fuga, leyes que
sirven para conocer nuestro espacio de forma que podamos controlar cada
rincón de nuestra imagen.
El ojo del ser humano constantemente está componiendo imágenes,
que según sea el criterio y formación que tengamos iremos
utilizando de mayor o menor medida. La acción de mirar debe ser
absolutamente consciente para un fotógrafo. Debemos educarnos
en la manera que observamos la realidad, así tendremos una serie
de "Puntos de Referencia", que sirven de comparación.
La intuición, elemento que yo considero casi como imprescindible
en el momento de fotografiar, logra en el fotógrafo una libertad
de acción que en algunos casos puede servirnos mucho, que no
se confunda con un término arcaico ya en desuso (ojímetro).
La
actitud personal que un fotógrafo o realizador posee depende
de sus inquietudes visuales y de cómo influyan en él todos
los disparadores cotidianos. Por ejemplo yo nací en Córdoba,
me formé en aquella ciudad y llevo conmigo todo un bagaje cultural
que permanecerá constantemente. Por ello, la observación,
la inquietante búsqueda, así como toda práctica
y estudio, van educando nuestros ojos.
A qué llamamos composición entonces, al único e
irrepetible momento en que decidimos el espacio, tiempo, época,
angulación, formas, etc., luego "La Obturación".
La imagen está constituida por elementos tridimensionales que
al ser fotografiados pasan a evaluarse en dos dimensiones, las mismas
que veríamos si tuviésemos un solo ojo; el volumen, aquel
que nos indica la profundidad y la sensación de espacio, es solo
una percepción visual, es aquí donde intervienen los valores
compositivos universales.
Observando la realidad podemos ensayar que todo elemento posee determinados
componentes que lo hacen particular, por ejemplo: si la corteza de un
árbol posee grietas pronunciadas o carece de ellas, la piel de
un bebé podrá confundirse con la de ciertas frutas, las
sombras proyectadas en la pared hacen un dibujo similar a... , cada
cosa, sujeto, paisaje, dará siempre una imagen bidimensional
que deberemos interpretar como nos parezca.
La
percepción individual puede llevarme a percibir ciertas cosas
sobre determinados objetos, allí comienza a producirse lo que
denominamos "Interpretación Personal o Colectiva",
el lenguaje de códigos visuales, semióticos u holísticos
también forma parte de ello. Para componer una fotografía
primero debemos preguntarnos si estamos dispuestos a ver; parece una
pregunta evidente pero la mayoría de los errores de encuadre,
punto de vista y angulación se deben a la duda o a la incertidumbre
de cómo actuar.
En primer lugar, lo simétrico produce una sensación de
orden, algo así como que todo está sobre ruedas; cuando
las líneas son paralelas el mensaje es pacífico y de quietud,
cuando las líneas pasan a ser curvas o con fuga continua ya el
fotógrafo nos está queriendo decir que el espacio es otro.
La palabra abstracción produce a menudo dudas sobre su real significado,
algunos la relacionan con todo elemento que no se entienda, pero no
es así.
Toda particularidad o detalle debe formar un todo, debe tener iconicidad
ósea que la abstracción debe parecerse en esencia a lo
realmente fotografiado.
Pasando en limpio: todo elemento raro o sin sentido probablemente sea
abstracto, no así una abstracción que se entienda.
Para que sea valorada nuestra abstracción debemos tener en cuenta
varios detalles, por ejemplo: al fraccionar el encuadre el espectador
solo verá lo que nosotros hemos hecho por lo tanto lo pequeño
debe ser sumamente plural, icónico y sugerente. Otra manera de
hacer una abstracción interesante es buscar valores geométricos,
tratando de llenar o vaciar la imagen con ellos, se logran resultados
cambiando el ángulo de visión como el punto de vista "rasante"
saliendo del axis cámara. También los "picados y
contrapicados".
El mejor consejo es proponerse una serie de 5 o 6 tomas de la abstracción
primaria, con ello podemos comenzar. Iremos definiendo los pasos como
y que nos gusta de aquello, por ejemplo si tenemos un canasto viejo
comenzaremos allí con la serie. Los primeros elementos a observar
son la textura, línea, volumen y ritmo. Comencemos entonces,
lentilla de aproximación, normal invertido, macro, lupa, filtro
split o acrílico de 5 mm. Todo queda en sus manos. En próximas
entregas veremos más de lenguaje y composición.
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Eduardo
Segura
Este
artículo pertenece a la primera parte de un trabajo titulado
La observación. Las tres imágenes
que acompañan el texto amplian la muestra, que ofrecemos
en agua, de la obra del autor, quien nos ha expresado
su deseo de recibir obra y establecer contacto con otros autores
para realizar intercambios y organizar encuentros entre artístas
de América y de España.
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