e o m . fuego . 2 . agosto 2001            
                     
                       
      e o m . fuego . 2 . agosto 2001      
       

El lenguaje
de la abstracción

Eduardo Segura

       
                       
       
 

En libros de composición pictórica y análisis de obras habitualmente encontramos términos y frases construidas como hormigón, que nos indican que fotografiar depende de leyes griegas como la sección áurea de una línea o la media dorada de Euclides, que las líneas rectas producen calma y que todo está en el sistema zonal, pero ¿cómo relacionar aquello con edificios, semáforos, computadoras, chips, retratos, etc.?

La composición clásica reúne conceptos como el equilibrio, el orden, la línea, el punto, la fuga, leyes que sirven para conocer nuestro espacio de forma que podamos controlar cada rincón de nuestra imagen.

El ojo del ser humano constantemente está componiendo imágenes, que según sea el criterio y formación que tengamos iremos utilizando de mayor o menor medida. La acción de mirar debe ser absolutamente consciente para un fotógrafo. Debemos educarnos en la manera que observamos la realidad, así tendremos una serie de "Puntos de Referencia", que sirven de comparación. La intuición, elemento que yo considero casi como imprescindible en el momento de fotografiar, logra en el fotógrafo una libertad de acción que en algunos casos puede servirnos mucho, que no se confunda con un término arcaico ya en desuso (ojímetro).

La actitud personal que un fotógrafo o realizador posee depende de sus inquietudes visuales y de cómo influyan en él todos los disparadores cotidianos. Por ejemplo yo nací en Córdoba, me formé en aquella ciudad y llevo conmigo todo un bagaje cultural que permanecerá constantemente. Por ello, la observación, la inquietante búsqueda, así como toda práctica y estudio, van educando nuestros ojos.

A qué llamamos composición entonces, al único e irrepetible momento en que decidimos el espacio, tiempo, época, angulación, formas, etc., luego "La Obturación".

La imagen está constituida por elementos tridimensionales que al ser fotografiados pasan a evaluarse en dos dimensiones, las mismas que veríamos si tuviésemos un solo ojo; el volumen, aquel que nos indica la profundidad y la sensación de espacio, es solo una percepción visual, es aquí donde intervienen los valores compositivos universales.

Observando la realidad podemos ensayar que todo elemento posee determinados componentes que lo hacen particular, por ejemplo: si la corteza de un árbol posee grietas pronunciadas o carece de ellas, la piel de un bebé podrá confundirse con la de ciertas frutas, las sombras proyectadas en la pared hacen un dibujo similar a... , cada cosa, sujeto, paisaje, dará siempre una imagen bidimensional que deberemos interpretar como nos parezca.

 

La percepción individual puede llevarme a percibir ciertas cosas sobre determinados objetos, allí comienza a producirse lo que denominamos "Interpretación Personal o Colectiva", el lenguaje de códigos visuales, semióticos u holísticos también forma parte de ello. Para componer una fotografía primero debemos preguntarnos si estamos dispuestos a ver; parece una pregunta evidente pero la mayoría de los errores de encuadre, punto de vista y angulación se deben a la duda o a la incertidumbre de cómo actuar.

En primer lugar, lo simétrico produce una sensación de orden, algo así como que todo está sobre ruedas; cuando las líneas son paralelas el mensaje es pacífico y de quietud, cuando las líneas pasan a ser curvas o con fuga continua ya el fotógrafo nos está queriendo decir que el espacio es otro.

La palabra abstracción produce a menudo dudas sobre su real significado, algunos la relacionan con todo elemento que no se entienda, pero no es así.

Toda particularidad o detalle debe formar un todo, debe tener iconicidad ósea que la abstracción debe parecerse en esencia a lo realmente fotografiado.

Pasando en limpio: todo elemento raro o sin sentido probablemente sea abstracto, no así una abstracción que se entienda.

Para que sea valorada nuestra abstracción debemos tener en cuenta varios detalles, por ejemplo: al fraccionar el encuadre el espectador solo verá lo que nosotros hemos hecho por lo tanto lo pequeño debe ser sumamente plural, icónico y sugerente. Otra manera de hacer una abstracción interesante es buscar valores geométricos, tratando de llenar o vaciar la imagen con ellos, se logran resultados cambiando el ángulo de visión como el punto de vista "rasante" saliendo del axis cámara. También los "picados y contrapicados".

El mejor consejo es proponerse una serie de 5 o 6 tomas de la abstracción primaria, con ello podemos comenzar. Iremos definiendo los pasos como y que nos gusta de aquello, por ejemplo si tenemos un canasto viejo comenzaremos allí con la serie. Los primeros elementos a observar son la textura, línea, volumen y ritmo. Comencemos entonces, lentilla de aproximación, normal invertido, macro, lupa, filtro split o acrílico de 5 mm. Todo queda en sus manos. En próximas entregas veremos más de lenguaje y composición.

 

 

 

 

     
 

Eduardo Segura

Este artículo pertenece a la primera parte de un trabajo titulado La observación. Las tres imágenes que acompañan el texto amplian la muestra, que ofrecemos en agua, de la obra del autor, quien nos ha expresado su deseo de recibir obra y establecer contacto con otros autores para realizar intercambios y organizar encuentros entre artístas de América y de España.

 
  Datos en el índice de autores