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COMENTARIO

 

Parece que los problemas que retrasaron la aparición completa de este número se han ido solucionando y por fin está completo.

Entretanto, los políticos nos han vuelto a conducir a la guerra y no podemos mantener una actitud impasible o mirar hacia otro lado. Esta introducción quería ser un comentario sobre algunas noticias de actualidad en la poesía, sus premios y sus editores, pero lo dejaremos para otro momento.

Toda guerra implica una derrota, no la del vencido, sino otra mucho más profunda, la del género humano. La humanidad es derrotada en cada guerra. La guerra (conflicto) provoca muertes innecesarias (daños colaterales), siembra nuevos odios (terrorismo), crea miseria y reparte hambre , deja una huella imborrable que permanecerá durante generaciones.

El maniqueísmo que intentan imponer los políticos es una muestra más de la falta de argumentos reales, la división entre buenos y malos es siempre falsa. Se empeñan en vendernos una épica atrasada y conducirnos a la noche de los tiempos y, con excesiva frecuencia, creemos en tanta falacia. Sobre la injusticia, más injusticia.

¿Dónde está el diálogo, dónde la solidaridad, dónde el equilibrio? ¿Por qué es tan exagerada la distancia entre ricos y pobres? ¿Acaso no son estas las preguntas que deben responderse con soluciones? Pero no, volvemos a matar para vengar la muerte y los nuevos muertos generarán nuevas venganzas.

Todos tenemos una televisión, una caja de Pandora, unos vemos la vida como un espectáculo, otros la contemplamos como un sueño y otros la sufrimos como un castigo.

Y todos somos personas en un mismo mundo...

¿Por qué no iguales?

 

Francisco Javier Cubero