No
te tortures ni te confundas
si en las horas de más debilidad
crees que a pesar de lo ocurrido
puede este amor valer la pena.
Date paciencia, muéstrate fría
mas no tengas prisa en olvidarme,
no planees falsas evasiones
que se conviertan en desesperados
laberintos de nuestra memoria.
Recuérdame con generosidad
y resignación, como se recuerda
a todos los muertos que alguna vez
nos amaron.